Pues la has hecho buena, porque aparte del trauma inicial, se me ha pegado la dichosa canción y no me he podido sacar de la cabeza el sonsonete en unas cuantas horas.
No he reconocido que hace más de 20 años que no se toman en España medidas keynesianas porque no es cierto. Zapatero aplicó a lo grande unas cuantas y muchos pagamos sus efectos. Con mi frase, solo quise decir que disculpo a los más jóvenes, que tienen derecho a vivir alejados de estas realidades y que han de ser idealistas por el hecho de serlo (jóvenes), pero no disculpo a adultos hechos y derechos que parecen querer seguir tropezando siempre en la misma piedra.
Resumir tanto una opinión tiene el peligro de que se puede malinterpretar bastante, pero de ningún modo he pretendido sentar cátedra con ella. No estoy en absoluto de acuerdo con la tasa Tobin, y sí, me parece nefasta la excesiva intervención de los bancos centrales y los gobiernos centrales en una economía, que, me temo, necesita respiración asistida, pero tampoco merezco por ello ser encasillada como neoliberalista, porque esos tampoco son de mi cuerda. Seguro que podremos estar de acuerdo en que, entre unos y los otros, hay varios tonos de gris.
Puedo aceptar el intervencionismo como medida extraordinaria paliativa, pero nunca como objetivo a perseguir.
Y referente al buenismo, lo concibo como la tendencia, muy humana, a decidirse por la opción menos incómoda de tomar en un determinado momento, sabiendo que a largo plazo probablemente no será la mejor.