Gracias a todos por las respuestas. Creo que ya me va quedando más claro.
Algunas conclusiones me parecen terroríficas, pero el resumen mental con lo que me habéis dicho y he podido leer, es el siguiente:
1. Hubo un tiempo en que tu nombre, como accionista, aparecía como propietario de la empresa en los registros de la propia empresa.
2. Recientemente llegó una nueva regulación que aplica a toda la Unión Europea, y que obliga a los brokers que operan en ese ámbito a trabajar con cuentas omnibus. Con las cuentas omnibus, tú ya no apareces como accionista en los registros de las empresas en las que participas (Google, Acciona, etc.). Quien aparece ahora es el banco, el broker, o el depositario (eso no lo sé) pero ya no apareces tú como accionista.
3. Las cuentas omnibus permiten que los estados puedan apropiarse de tus acciones en cualquier momento más o menos crítico, ya que la orden de apropiación ya no se hace a una empresa extranjera sino que la orden se envía al broker, que está en una jurisdicción en la que el estado puede exigirle cualquier demanda y el broker no puede negarse. En esencia, los inversores en la Unión Europea hemos perdido el control de nuestras acciones, y el control de esos activos se asemejan ya al de los depósitos. El gobierno puede lanzar la orden y quedarse con tus acciones extranjeras (y por supuesto, también las españolas sin necesidad de omnibus) igual que lo hace con los depósitos.
4. La nueva regulación que obliga a que las cuentas sean omnibus, parece que no evita que los valores bursátiles de los clientes entren como masa activa de los acreedores. Los legisladores podrían haberlo evitado, pero parece, por lo que leo, que no lo han hecho (!!!)