Para decidir si comprar o no una empresa, un inversor debe recorrer tres etapas bien diferenciadas: investigación, análisis[1] y tesis de inversión.
La investigación consiste en la búsqueda, recopilación y organización de datos relevantes sobre la compañía y el sector; es un proceso descriptivo. El análisis, basado en la información recogida durante la investigación, consiste en un razonamiento que permite conocer con exactitud la naturaleza de la compañía, ubicarla dentro del mapa competi...