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Fernando Labaig

Se registró el 07/07/2017
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Fernando Labaig 27/11/23 05:49
Ha comentado en el artículo Las colas
El artículo me recuerda al libro de Michael J. Sandel "Lo que el dinero no puede comprar" donde se dedica un gran espacio al tema de las colas. Sobre todo a la consideración de que colarse es visto intuitivamente como un acto moralmente reprochable y como el poder adquisitivo ha ido haciendo trampas para eludir tal responsabilidad. Desde la colas en el aeropuerto que los viajeros de clase business pueden eludir, a casos tan bochornosos como que la gente contrata a desocupados para sufrir las colas que permiten adquirir entradas para espectáculos supuestamente gratuitos que el Ayuntamiento de la ciudad ofrece en el Central Park, por ejemplo ver a Al Pacino interpretando al Shylock de "El mercader de Venecia" o aun peor el mismo procedimiento utilizado por los lobbies de Wahington para acceder a las sesiones a las conferencias del Congreso, copando todos los puestos e impidiendo que el público en general, para el que estaba previsto, pueda asistir.
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Fernando Labaig 11/06/23 13:32
Ha comentado en el artículo Los empresarios y sus opiniones económicas
Sin duda la inteligencia y el conocimiento aportarán algo. Lo que no parece es que estadísticamente sea tan relevante. La estupidez no ayuda. Si uno quiere poner un negocio de artículos de lujo parece importante decidir en que calle se va a ubicar, ya que puede ser decisivo. Esto eliminará a los más incapaces. Pero son muchos los que actúan de una manera razonable y pocos los que llegan. Lo más significativo es que aparte de algunas obviedades nadie tiene el conocimiento  de lo que va a pasar, ya se sabe que los economistas son magníficos profetas del pasado. ¿Cuántos negocios se abren cumpliendo con todos los requisitos de lo que según el conocimiento de ese momento serían necesarios para ser un éxito y fracasan? ¿Cuántos supuestos visionarios acertaron por chiripa? Recuerdo el estudio que hizo Kanemann en una empresa de brokers. Su supuesto conocimiento especializado no valía para nada. Estupendo artículo.
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Fernando Labaig 25/04/23 18:46
Ha comentado en el artículo Economía de la "Leyenda Negra"
Excelente artículo. Sólo dos comentarios. La idea del western como pura propaganda no es justa. Hay una exaltación nacional, como la han tenido todos los países, pero los hay enormemente críticos. Por mencionar uno del más reconocido director, John Ford recomendaría "Dos cabalgan juntos". Una reflexión sobre la imposibilidad de afrontar con "buenismo" el choque entre dos culturas. Y por seguir con el tema cinematográfico recordaría "La kermesse heroica" una divertida película en la que las mujeres holandesas, hartas de sus maridos, están deseando la llegada de los tercios españoles para acostarse con ellos.  
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Fernando Labaig 12/12/22 16:05
Ha comentado en el artículo La Economía de la Guerra
Mi pobre creencia en el mundo occidental, si lo que siento puede denominarse así, es, en cualquier caso, muy poco entusiasta y solo por comparación con ciertos horrores la defendería. También sospecho que es lo que me ha tocado y a lo que estoy más o menos acostumbrado. Y no sé hasta donde esa circunstancia enturbia mi razón. 
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Fernando Labaig 29/11/22 17:23
Ha comentado en el artículo La Economía de la Guerra
En efecto, el problema de lo que es racional o irracional varía según la perspectiva individual, periodistas, políticos, incluso profesores universitarios, aunque estos siempre sufran la tentación de llamar la atención con propuestas a la contra que aumenten su imagen de críticos feroces de la sociedad, pienso en Zizek, actitud racional, porque vende mucho. Pero en realidad esa perspectiva individual se reduce no a lo que es más conveniente para el individuo sino de lo que él cree que es más conveniente. En ese sentido el gobierno de Kiev no es irracional, puede que esté equivocado en sus apreciaciones, pero da la impresión de que está convencido de que hace lo que más le conviene y, por lo tanto, no podría considerársele irracional, ni tampoco al de muchos ucranianos que lo apoyan. Y equivocado solo se le podría juzgar desde otro punto de vista tan racional como parcial, por ejemplo, el de los acomodados occidentales que no queremos tener restricciones de gas, inflación, etc. y que nos lamentamos de las muertes, pero no tenemos que padecer las consecuencias de estar bajo el régimen de Putin.
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Fernando Labaig 09/11/22 20:48
Ha comentado en el artículo La Economía de la Guerra
Me llama la atención que los que ordenan las guerras sean tan racionales y los periodistas, políticos y académicos tan irracionales. Por otra parte, si mantener un solo día más la guerra con su coste en muertos y otras desgracias es claramente más irracional que cualquier ganancia material, ese mismo razonamiento podríamos aplicarlo al día de ayer, o al de anteayer y así retrocediendo hasta el primer día de la guerra. Llegados a ese momento, con la primera bota enemiga que pisara el territorio la única solución racional sería rendirse y negociar en una posición de total desvalimiento. Es más, lo único racional sería carecer de ejercito y que aquellos irracionales que lo poseyeran decidieran que iban a hacer con los demás. No sé si es lo más deseable.
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Fernando Labaig 24/10/22 05:14
Ha comentado en el artículo El listo, el tonto y el malo
No confío en que ocurran, ni tan siquiera creo que sean buenas soluciones, véase el detalle del liderazgo militar alemán, sólo pienso que son posibilidades de las que se hablan y como no se suele acertar en lo que va a ocurrir, solo las comento como otras supuestas salidas. Más que construir con piedra en la arena, me parecen castillos en si mismos de arena que la siguiente ola borra. EE.UU. nos vende gas, se forra, hay barcos metaneros dando vueltas en el mar sin saber a donde llevar el gas porque los depósitos europeos están a rebosar, baja el precio. ¿Quién sabe si el momentáneo pelotazo de los americanos tiene los días contados? No dudo de que se hagan planes maléficos para dominar el mundo, pero creo que la complejidad en aumento los hace cada vez más difíciles de llevar a su término con éxito. El fin liberal de la Historia no me entusiasma, pero Putin me asquea y sus planes para conquistar algo menos que el mundo van como el culo y puede que acaben con él, pese a los análisis que hablaban de su supuesta superioridad. Solo me queda rezar al azar, dios de los ateos, para que el próximo giro de guion sea favorable y no catastrófico.   
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Fernando Labaig 18/10/22 19:20
Ha comentado en el artículo El listo, el tonto y el malo
Divertido, pero, como a todas las novelas policiacas al estilo Sherlock Holmes, le sobra un exceso de confianza en la lógica. Esa lógica tan mecánica solo funciona en la ficción. Algo parecido a lo que ocurre con los creyentes en el homo economicus y su insaciable egoísmo racional. Me temo que las sorpresas y las incoherencias no han dejado de aparecer y seguirán haciéndolo. Y desde luego nadie tiene un plan porque nadie podía asegurar que Putin decidiera la invasión, como nadie podía pensar la resistencia que está oponiendo Ucrania y nadie sabe hasta que punto pueden desarrollarse soluciones energéticas al margen de los combustibles fósiles en un tiempo más o menos breve, ni adonde nos llevará los intentos de un ejercito europeo con su escudo antimisiles incluido, al margen de EE.UU y liderados por Alemania, que quizá de más miedo. En definitiva, creo que la profesión de profeta es muy difícil y no suele estar plagada de éxitos.
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Fernando Labaig 21/08/22 12:23
Ha comentado en el artículo La economía de las ONG
Como complemento al artículo recomiendo el libro "Blanco bueno busca negro pobre" de Gustau Nerín.
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Fernando Labaig 01/06/22 18:38
Ha comentado en el artículo ¿Alguien de entre los que dicen dedicarse a pensar ha pensado en que...?
 Sobre lo que sea razón o racionalidad llevan siglos discutiendo los filósofos y hay opiniones muy variadas. Si seguimos la cita de Hume de que no hay que confundir “lo que es” con lo que “debe ser” creo que nos abocamos a considerar que todo lo real, es decir, todo lo que es, debe ser racional. Sin duda Zelenski es el producto de una genética y unas circunstancias familiares, sociales y culturales determinadas que le han llevado a decidir en un momento concreto lo que decidió, como resultado de su particular concatenación de causas y efectos. Por lo tanto, no pueden considerarse como irracionales las decisiones que ha tomado sino producto de una lógica implacable, aunque no la podamos analizar en todos sus elementos. No son irracionales, por tanto, como fueron tildadas en algún artículo anterior. ¿Qué ocurre? Pues que es un discurso cojo. Veamos, sin embargo, como, en este artículo y en algunos anteriores, se propone como error el que mueran personas, el que se fomente el calentamiento global, el que aumente el paro, etc. Creo que es obvio que todas estas alarmas son de carácter moral. No es cuestión de llevar el discurso moral a un planteamiento de buenos y malos, pero me temo que somos incapaces de decir algo con sentido si no le aplicamos un objetivo moral. La racionalidad, no del análisis sino de la acción, consiste en elegir los objetivos preferibles y los métodos que, según nuestro conocimiento, sean los más eficaces.
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Fernando Labaig 25/04/22 02:51
Ha comentado en el artículo Poder monetario y poder lingüístico. Acerca del uso del inglés en nuestro país
Si bien todo siervo debe ser amable no toda persona amable es servil. Que la imposición de un imperio está hecha a sangre y fuego es lo habitual aunque el caso norteamericano respecto a Europa sea más bien indirecto. Pero una vez que las cosas están en la situación en que se encuentran conocer el idioma que sirva de koine es tan servil como utilizar el materno que tampoco se impuso con modales más amables. No es un mérito del imperio es la constatación de una situación. El que en principio un agricultor no vaya a utilizar el inglés en su desempeño profesional es tan cierto como que estudiar gramática o la tan debatida filosofía son totalmente prescindibles para sembrar tomates. Se estudian para desarrollar ciertas facultades y para ampliar las posibilidades en un futuro incierto en el que es posible que el agricultor pueda dejar de serlo o tenga que vender por internet sus productos a vaya usted a saber que país.Dicho sea de paso,, el uso del inglés de manera innecesaria y deformadora del propio español me resulta producto de una actitud bastante paleta que no tiene que ver con el razonable interés práctico de su uso y si con cierto afán de la juventud para marcar su territorio con respecto a los mayores no duchos en esa jerga y con los profesionales que importan vocabulario de su especialidad. Eso ha ocurrido siempre aunque no con la intensidad de ahora y con las consecuencias de distorsionar el propio idioma.
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Fernando Labaig 24/04/22 05:38
Ha comentado en el artículo Poder monetario y poder lingüístico. Acerca del uso del inglés en nuestro país
Dejando de lado la permanente estupidez del Ministerio de Igualdad, es evidente que interpretas como humillación lo que es simple amabilidad hacia los turistas, no exclusivamente anglosajones y fuente de ingresos para el país. La utilización del resto de idiomas peninsulares dado que todos entienden el castellano parece poco práctica por superflua y cara. El que se de consideración social a conocer una herramienta que permite acceder a muchas cosas, entre ellas leer libros de economía en inglés, no me parece extraño, y no pienso que de menos prestigio hablar alemán o chino. Creo que te equivocas en la caracterización de España como único país en que ocurre ese fenómeno de forma tan aguda. Los casos de Alemania e Italia son significativos. En Alemania los debates sobre ese tema en los años sesenta y setenta eran constantes, podemos recordar una película como "El amigo americano" donde se mostraba la fascinación y el repudio hacia la cultura norteamericana. En Italia el idioma se ha trufado de anglicismos hasta un punto ridículo. No hablemos de países con menos peso como Holanda. Los catalanes siempre conocieron mejor o peor el idioma de los castellanos porque les interesaba comerciar con ellos. La dinámica social tiende a buscar el medio más eficaz para la comunicación y por otro lado el Estado necesita para su propio funcionamiento imponer un idioma común, lo que es también un problema de eficacia. Es una tensión lógica en la que la exacerbación del patriotismo o de la eficacia económica suele tener motivos poco confesables. Me sorprende ese orgullo patriótico ofendido. A la larga todo acaba siendo disuelto por el tiempo y aquel imperialismo romano que nos obligó a utilizar el latín se convirtió en lo que ahora queremos defender como lo más nuestro.
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Fernando Labaig 22/03/22 20:35
Ha comentado en el artículo La racionalidad de la rendición
En el punto 2) afirmas que tener un tanto por ciento de posibilidad de victoria no impide ser vencido, pero lo que no entiendo es que el resultado sea obtener el 75% digamos del territorio de Ucrania. Si Rusia vence es posible que se quede sólo con el Dombas pero también es posible que se quede con todo el territorio, no solo con el 75%. En el punto 3) dices que no está claro que alguien decida por ti si quieres morir antes que vivir de rodillas. Cierto, pero tampoco alguien puede decidir lo contrario. Hacer un referéndum una vez iniciadas las hostilidades me parece una opción sin sentido y entre los mandatos que tiene cualquier jefe del Estado está el defender la integridad territorial. 4) Zelenski se ha abierto a debatir el estatuto del Dombas y ha aceptado no entrar en la OTAN, el resultado ha sido ninguno. 5) No sé que tan segura se puede considerar la idea de que sólo un territorio vació se puede mantener en el tiempo. El caso de Israel y los territorios ocupados es bastante significativo y el sufrimiento de la población palestina no es como para animar a nadie. Yo sigo muy confuso.
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Fernando Labaig 22/03/22 13:42
Ha comentado en el artículo La racionalidad de la rendición
 Encuentro varias inconsistencias en el razonamiento del artículo. Primero, me parece muy aventurada la descripción de los motivos del comportamiento de Zelenski en base a su profesión. Segundo, Si alguien tiene un 75% de posibilidades de matar a otro y su contrincante tiene un 25% de hacer lo mismo con el primero, el resultado no es que al final cada uno se quede con el tanto por ciento correspondiente de la vida del oponente. Podrá vencer el que lo tiene más fácil o no, pero el perdedor muere al 100 %, y es posible que mueran los dos. Tercero, sobre qué sea la racionalidad creo que depende gran parte de la argumentación. Si consideramos que la racionalidad es la elección de los mejores objetivos y los mejores medios para obtenerlos, según nuestros conocimientos y capacidades, nos surgen inevitablemente muchas dudas. Es evidente que la racionalidad económica es incapaz de entender determinadas actitudes humanas que para este caso se podrían resumir en la frase: “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”. Desde esa perspectiva ¿cuál sería el mejor objetivo? Y respecto a los medios ¿quién puede decir que sus conocimientos le aseguran conseguir sus objetivos? Llevamos una temporada en que nadie ha sido capaz de acertar lo que va a pasar la semana que viene. En el caso de Ucrania todos los expertos aseguraban que Rusia quería presionar, pero no atacaría y ya vemos lo que ha ocurrido. ¿Quién puede estar seguro de que la guerra de guerrillas tendría éxito en su hostigamiento? En España los maquis fueron exterminados y nos comimos 40 años con Franco, ¿es eso deseable? Yo tengo muchas dudas y en una guerra no hay soluciones satisfactorias. 
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Fernando Labaig 28/01/22 13:17
Ha comentado en el artículo Sobre la inmigración "masiva" (y II)
Recuerdo que un antropólogo vasco, cuyo nombre no recuerdo en este momento, aclaraba que lo de la multiculturalidad era algo muy superficial porque al final lo que se imponía y debía imponerse era la ley. Si se prohíbe la ablación del clítoris, no hay diversidad que valga. Al final los defensores de la multiculturalidad son las personas de nivel económico alto, que no compiten por los puestos de trabajo con los emigrantes y consideran que el multiculturalismo es cenar en un restaurante tailandés o ir a un concierto de música africana. La novela Sumisión de Houellebecq fantaseaba con la llegada a la presidencia de Francia de un musulmán radical. Siempre encontramos la diferencia entre el método de decisión, que puede ser democrático y el contenido de dicha decisión que puede ser radicalmente antidemocrático.
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Fernando Labaig 15/01/22 13:37
Ha comentado en el artículo La Economía del comportamiento de los "cabreados"
Un breve comentario cinéfilo. En una escena, hacia el final de Ciudadano Kane, éste rompe todo tipo de cosas al verse abandonado por su mujer. Evidentemente Kane es multimillonario, pero, además, toda la película gira en torno a como sus carencias afectivas son sustituidas por la compra de todo tipo de objetos y personas. Ese es su fracaso final cuando el trineo, Rosebud, símbolo de la separación de su madre, arde entre la multitud de cachivaches que acumuló en su vida sin lograr satisfacerle.
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Fernando Labaig 15/01/22 13:15
Ha comentado en el artículo Información asimétrica y selección adversa: las macrogranjas y el mercado de carne.
No conozco los problemas de las denominaciones de origen y la forma de mejorarlas, pero en el supermercado veo claramente la diferencia entre los huevos de granja, de gallinas criadas en libertad, con un tipo de alimentación, etcétera y su traslación en el precio, también se encuentran carnes de características diferentes y todo tipo de productos Bio o con otras denominaciones que siempre inciden en un espectacular aumento de precio. Lo que me parece relevante es si la desaparición de estas macrogranjas, por otro lado detestables, no sólo aumentarían los costes sino que reduciría de una manera drástica la producción. Dejo a un lado los beneficios a nivel del país que puedan derivarse de la exportación de carne, y aclaro que no me parece muy creíble que se llamen a engaño los que las compran en otros países. Pero lo que me interesa es saber si esa reducción llevaría a un aumento del precio que realmente limitara de forma significativa el acceso a la proteína animal a los menos adinerados. Una cosa es un reducción en el consumo de carne por la salud y otra las carencias alimenticias que existían en España, no hace tanto cuando, eso sí, la ganadería era toda extensiva.
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Fernando Labaig 29/12/21 11:02
Ha comentado en el artículo Economía de la civilización
Excelente post. Sólo creo que deberías matizar alguna frase en la que se da por sentado que algún tipo de fracaso, como el paro o la pobreza, son producto de la propia estupidez, lo que obviamente no es cierto, aunque algunos neoliberales puedan pensarlo. 
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Fernando Labaig 13/09/21 05:23
Ha comentado en el artículo Afganistán y EE.UU.
Me parece un análisis esclarecedor, como tantos otros tuyos, pero me produce una gran desazón porque si bien es cierto que la mayoría de los afganos no estaban dispuestos a jugarse la vida por defender el modelo norteamericano, eso no quiere decir que sean unos entusiastas de la propuesta talibán. Dicho de otro modo, si hubiera habido una alternativa local  más o menos moderada y sin la sombra imperialista, digamos a medio camino entre las dos opciones, es posible que contara con el apoyo de muchos afganos. El problema es que, esa mayoría silenciosa, como se denominó aquí hace unos años, no suele ser lo suficientemente arrojada como para exponer su vida para defender sus ideas o simplemente su interés. Lo que conduce a la conclusión de que solo los fanáticos están dispuestos a pagar con su vida, es decir,  pagar el coste de la guerra para conseguir sus fines. Históricamente no está claro que esto sea así. En muchos casos son sólo las élites las que están dispuestas a pagar ese coste y el resto de la población no pone pasión sino docilidad y obediencia.
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Fernando Labaig 03/08/21 03:20
Ha comentado en el artículo Lo económico y lo moral. A propósito de una sentencia del TSJM "contra" las personas LGTBi
Atónito por la respuesta cristiana que acabo de leer y deseando que la gente aprenda a leer añado un comentario. Pese a estar de acuerdo en que desde un punto de vista racional debiera condenarse este tipo de estafas, le encuentro un problema. Es fácil castigar a quien incumple una norma cuando es la excepción, pero resulta muy difícil cuando su desacato está muy generalizado. ¿Qué hacer con todas las terapias alternativas como la homeopatía? Sobre el sesgo político he de añadir que los mayores seguidores de estas terapias se encuentran entre los votantes de Podemos, según un estudio que se realizó recientemente. A este grupo se podría añadir el psicoanálisis, los lectores del Tarot, las dietas milagro, etcétera. 
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Fernando Labaig 03/07/21 04:19
Ha comentado en el artículo El "efecto Cenicienta" o "efecto pretty woman". Una modesta proposición para remediar la desigualdad económica
Encuentro un problema a esta propuesta y es que el número de muy ricos es menor que el de muy pobres. Como medida complementaria propongo que si alguien no encuentra pareja entre la decila que le haya correspondido pueda hacerlo entre comunidades autónomas, de manera que un miembro de la comunidad más rica deba casarse con uno de la más pobre. Estoy por proponérselo a Pedro Sánchez, para que incluya la medida en su negociación con Pere Aragonés.
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Fernando Labaig 09/06/21 13:56
Ha comentado en el artículo El Banco de Laputa y el precio mínimo de las hamburguesas
Cuando escuché la noticia quedé asombrado por los poderes de adivinación de los expertos. Son capaces de calcular numéricamente el devenir de una ucronía, de un mundo paralelo. Para dejar atónito a cualquiera. Pero mi mente morbosa quiere más. Podrías ilustrarme sobre en qué datos y razonamientos se basan estos espectaculares resultados.  
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