La deuda, que la compañía sitúa en 37.000 millones y algunos analistas en 48.000, al sumarle las emisiones de bonos híbridos, sigue siendo el factor que más la castiga en bolsa. Por tanto, si el impacto del Covid-19 le impide poder llevar a cabo las ventas de los activos considerados como no estratégicos, la otra solución es ampliar capital, pese al bajo precio de la cotización. Una opción con la que ya estarían de acuerdo tanto BBVA como CaixaBank, los dos mayores accionistas, con cerca del 11% del capital.