Ya sabes que el presupuesto es la herramienta principal en las finanzas personales, no solo porque te ayuda a planificar tus ingresos y gastos, sino que también se convierte en la guía para dirigir tus recursos a las cosas que realmente te van a ayudar, hacia tus verdaderas metas. Sin embargo, la sola palabra presupuesto, a muchos les puede resultar un sinónimo de complejidad y dificultad. Por eso es una buena hacer un primer presupuesto simple, uno que posteriormente irás completando.
Registra tus ingresos y gastos
Como un presupuesto es la proyección de nuestros ingresos y gastos, lo primero que hay que hacer es un primer registro de estos. La idea es hacer visibles nuestras finanzas, para poder evaluar y mejorar según nuestras necesidades.
Entonces, anota todos los ingresos y gastos que recuerdes con sus respectivos montos. Y, ¡no te estreses!, porque no tienes que hacerlo todo perfecto a la primera vez. Recuerda que si divides una tarea en partes, se vuelve más realizable y menos complicada. Aunque, por supuesto, lo mejor es establecer unos momentos para dedicarlos a completar esta tarea. La idea es que al hacerlo por partes sea más manejable, más accesible, pero no hay que dejarlo poco a poco en el olvido.
Considera tus metas
Otro aspecto que es mejor considerar son las metas que tengas: personales o grupales. Para eso es una buena idea que, al igual como elaboras un Registro de Ingresos y Gastos, hagas un segundo instrumento de guía, uno que incluya una lista de las cosas que te gustaría tener, hacer o llegar a ser. A este segundo instrumento podríamos llamarle 'Plan de Vida' o ‘Listado de Metas’.
Recordemos que las finanzas personales tienen dos ámbitos: el financiero que trata asuntos meramente de dinero, los montos de tus ingresos, gastos, ahorros, deudas, es decir hablamos de números, de cantidades; y el ámbito personal que trata los hábitos y las conductas al usar tu dinero, lo que marca tus decisiones.
Un 'Plan de Vida' te va a ayudar a dirigir tus recursos hacia el cumplimiento de tus metas y mejorar esas decisiones. Es mejor usar tus recursos para cumplir tus metas.
Hacer un primer presupuesto
Con base en estos dos instrumentos (el Registro de Ingresos y Gastos, y el Plan de Vida), puedes evaluar cómo mejorar tus gastos. Empieza con lo que ya tienes registrado. Pregúntate:
- ¿Este gasto es importante para mí?
- ¿Es un gasto innecesario o exagerado?
- ¿Me está ayudando en alguna de mis metas?
- ¿Me está dando beneficios o por el contrario me causa malestar?
- ¿Podría reemplazarlo con algo mejor?
- ¿Si no lo hago que pasa?
La idea es mejorar poco a poco, y sin que el cambio sea tan abrupto, para finalmente poder alcanzar nuestros objetivos. Lo ideal sería empezar por los gastos mayores o los que te están ocasionando más problemas, sean financieros o de otra índole, como los de salud.
Entiende el por qué
Finalmente debes comprender que tener un presupuesto te puede brindar muchos beneficios y por eso vale la pena hacerlo:
- Conoces tu patrón de gastos.
- Aprendes a distinguir tus verdaderas necesidades.
- Corriges gastos innecesarios o exagerados.
- Organizas mejor tus compras.
- Aprendes a priorizar.
- Cumples a tiempo con tus pagos.
- Ahorras.
- Reduces y eliminas tus deudas.
Y lo más importante:
- Te ayuda a cumplir tus metas y objetivos
- Favorece tu salud, porque te evita grandes preocupaciones por el dinero.
- Te permite velar por tu bienestar y el de tu familia.
Con tu primer presupuesto camina hacia el alcance de tus logros, y nota como puede traerte muchas mejoras en diferentes ámbitos de tu vida.
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