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Las emociones no deben dominar su estrategia de inversión

No me gustan las personas extremadamente calculadoras y frías en sus relaciones sociales. Sin embargo, debo admitir que para operar los mercados, suelen ser los que mejores atributos que buscamos en un inversor. No se trata de un cliché ni nada por el estilo, sino que resulta claro que, a lo largo de la historia, los pocos inversores que lograron abstraerse de los extremos irracionales del mercado son los que mejores negocios hicieron.

 

Estrategias de inversión


Las emociones nunca deben estar presentes al momento de definir una estrategia de inversión, realizar algún cambio en el portafolio o determinar qué es lo mejor para cumplir con nuestros objetivos bursátiles. Siempre, pero siempre, la razón debe primar por sobre la emoción.

 


A todos nos pasó (o nos sigue pasando)

Quizás usted invertido alguna vez y en los momentos de mayor tensión las emociones se apoderaron su comportamiento y lo llevaron a decisiones de inversión erróneas que le costaron mucho capital. Si ese es su caso, no se preocupe. A todos nos pasa. Incluso a mí me ha pasado infinidad de veces al principio y hasta en la actualidad muchas veces estoy a punto de cometer errores e esa magnitud.


Sin embargo, todo es aprendizaje. La experiencia es un intangible invaluable para evitar cometer los mismos errores una y otra vez. Se estará preguntando, ¿qué tipos de emociones son las más dañinas…? El gráfico siguiente es elocuente al respecto.
 

 

Las emociones no deben dominar su estrategia de inversión

 

Emoción Tóxica I: Euforia

Hacer dinero en la Bolsa con un mercado alcista como el actual es algo relativamente fácil. La Bolsa estadounidense, por ejemplo, viene subiendo ininterrumpidamente desde hace ocho años. De esta manera, si uno comenzó a invertir hace poco en la Bolsa, probablemente haya ganado un buen dinero.

Sin embargo, esto es una contra para usted en su formación como inversor. Puede estar cayendo en la emoción denominada “Euforia”, donde piense frases como “qué inteligente que soy” o “qué fácil es hacer dinero con la Bolsa”.

Eso sería un error grave y hasta el más perjudicial para su carrera como inversor.

Déjeme decirle algo: “Las ganancias construidas en meses o años, pueden desaparecer en apenas minutos.”

 

Emoción Tóxica II: Capitulación

Así como la euforia se hace presente en los momentos de mayor alza y éxtasis del mercado, la capitulación se hace muy presente en los momentos de mayor caída del mercado. Y cuando el inversor frío y paciente está por hacer el mejor de los negocios en ese momento, esperando comprar muy barato, los inversores presos de sus emociones sólo sufren y piensan en vender sus activos tóxicos.

Estas situaciones son claves, nuevamente, para entender la mala relación entre las emociones y los resultados bursátiles.

Si uno hubiera sido frío y disciplinado en su momento, hubiera aplicado los stop loss correspondiente para limitar las pérdidas en un mercado bajista y se hubiera ahorrado todo el sufrimiento posterior.

De esta manera, la disciplina forma parte esencial del código del inversor frío y racional.

 

Emoción Tóxica III: Depresión

La consecuencia inmediata de un período de Capitulación es la Depresión, otra de las emociones muy fuertes que limita el accionar del inversor. Cuando uno entra en la fase de depresión no logra detectar ninguna oportunidad positiva en el mercado bursátil. Ve todo negativo y no piensa en hacer ningún negocio más.

Y justamente, en ese período es donde las oportunidades más atractivas aparecen. Y donde el dinero inteligente está ganando más retornos positivos que nunca.

Para poder superar esta situación, mi consejo es poner la mente en blanco por un tiempo, alejarse de los mercados, purificar su cabeza y volver cuando su autoestima esté recuperada nuevamente. Eso es l mejor para superar un momento de Capitulación y Depresión.

Lo anterior nos obliga a estar capacitado, ser fuerte mentalmente y saber manejar las emociones si quiere tener éxito en la carrera como inversor. No mostrarse vulnerable en momentos de estrés es una condición innegociable.

 

 

(*) El autor es Jefe de Estrategia de MB Inversiones
 

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  • Bolsa
  • estrategias de inversión
  1. en respuesta a Pvila314
    -
    #6
    10/11/18 08:18

    Hola,
    Me parece una estrategia extremadamente sensata para lograr disciplina y a la vez eficiencia en el manejo de las inversiones.
    Quizás una pueda, si se siente seguro y con conocimiento adecuado, invertir alguna parte del nuevo capital que vas ingresando en alguna acción puntual con proyección al larguísimo plazo.
    Saludos!

  2. #5
    10/11/18 06:41

    Yo he optado por la inversión en fondos indexados (gestión pasiva) porque creo que es una buena forma (con su metodología clara de aportaciones y rebalanceos) de luchar contra tus propias emociones. Incluso te permite programar las aportaciones y sólo revisar tu inversión una vez al año para rebalancear. Cuánto menos miro la evolución mejor (para mi salud mental y probablemente para mi inversión puesto que no tomaré decisiones equivocadas fruto de las emociones).
    Muy buen aporte.
    Un saludo

  3. en respuesta a Gonzalo Loayza
    -
    #3
    07/11/18 12:13

    Hola Gonzalo, gracias por comentar. Efectivamente el manejo de las emociones creo yo que es el mayor desafío que tiene cualquier inversor por delante, se trate uno inicial como uno super profesional. Como bien hablo en la nota, a mí que tengo bastante experiencia en los mercados, me sigue pasando.
    Un saludo!

  4. #2
    07/11/18 12:08

    Muchas gracias Doguita por tu interesante post. Uno de los aspectos más complicados de las emociones es que difícilmente se aprende a controlarlas. Inversionistas tan importantes como OSAM han reconocido por ejemplo, que durante la crisis del 2008, se dejaron llevar por sus emociones, apartándose de su estrategia, cuidadosamente diseñada para soportar ese tipo de situaciones. Esto es mucho más claro aún en el caso de los inversionistas individuales. El esquema incluido en el post, se repite una y otra vez en los mercados.
    Saludos!