Muchos de nosotros queremos un negocio propio, trabajar para nosotros mismos, ser dueños de nuestros tiempos, esforzarnos por hacer crecer un negocio que nos pertenezca, trabajar de sol a sol para gozar en el futuro de los resultados obtenidos y dejar un patrimonio a nuestros hijos.
Sin embargo, llevar las riendas del negocio propio, lograr el éxito, mantenerse en él y saber superar los obstáculos que se presenten en el camino no es fácil pero es mejor si se está acompañado de las personas más cercanas a nosotros como lo es nuestra familia.
Una frase muy conocida es “el que tiene tienda que la atienda” y es que nadie va a poner el empeño, esfuerzo y cariño necesario para sacar adelante un negocio que el mismo dueño o dueños, en el caso de los negocios familiares.
Muchas grandes empresas tienen a varios integrantes de una familia llevando el manejo de éstas y se van transmitiendo de generación en generación.
Todo lo expuesto es parte de un escenario ideal pero no siempre ocurre esto, no por llevar la misma sangre tenemos que pensar de la misma manera, contar con los mismos objetivos e intereses, identificarse con la visión del líder fundador, actuar de la misma forma ante las diferentes circunstancias que se presenten en el camino entre otras tantas discrepancias. Por eso en algunas ocasiones la falta de una visión conjunta y claramente definida de los miembros de la sociedad familiar puede devenir en la desintegración de la empresa.
Según Manuel Bermejo, especialista español de IE Business School considera que para lograr permanecer las empresas deben entender que necesitan un espacio de reflexión estratégica donde se aborde lo importante, aunque no siempre eso sea urgente.
Bermejo, sostiene también que un factor clave en el éxito de este tipo de compañías es el fuerte liderazgo emprendedor de cada generación.
El papel del patriarca como líder es fundamental, ellos saben que para lograr competir en el largo plazo se necesita querer y hacer todo por ser el mejor, sólo persiguiendo la excelencia e innovando se logra permanecer en el mercado a través de los años. También deben saber cuál es el momento idóneo para retirarse y dar paso a las nuevas generaciones a que tomen el mando de la empresa que ellos han logrado hacer crecer.
Por ello los patriarcas han debido formar a los que serán sus sucesores con una visión global y cultura emprendedora capaces de innovar para implementar los reenfoques estratégicos importantes a los que obliga un entorno más dinámico, cambiante y global.
Algunos datos y estadísticas:
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Un reciente estudio de la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) destaca que el 90% de las empresas del país son familiares y generan 75% del Producto Bruto Interno.
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El 50% de las empresas familiares medianas están o piensan profesionalizarse, mientras que el 30% tiene un protocolo familiar y solo 10% posee un plan estratégico.
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Uno de los principales problemas de las empresas familiares reside en que cierran cuando el negocio pasa a la segunda generación, debido a que los fundadores no prepararon a sus sucesores.
Negocios Familiares
Algunos casos de negocios familiares que empezaron como un pequeño negocio y terminaron perteneciendo a las empresas más importantes del país: Corporación Lindley, Grupo Wong, Grupo Breca y AJE GROUP.
Corporación Lindley
Este es un claro ejemplo de negocio familiar, con más de 100 años en el mercado peruano y dueños de una de las marcas más representativas del Perú.
No se puede negar que la bebida de sabor nacional es Inca Kola.
Esta compañía ha sido dirigida por cuatro generaciones que la han sabido mantener con éxito desde 1910 cuando Joseph Robinson Lindley creó la Fábrica de Aguas Gaseosas la Santa Rosa, en el distrito del Rímac. Años después se constituyó como José R. Lindley S.A. En 2004, Corporación José R. Lindley S.A. compra Embotelladora Latinoamericana S.A. y se convierte en el embotellador oficial de The Coca-Cola Company.
Grupo Wong
La familia Wong comenzó con una pequeña bodega en Miraflores y con el paso de los años se convirtieron en los dueños de la cadena de supermercados más importante del país. Su éxito se debe a que se concentraron en dar un excelente servicio de atención a sus clientes. Actualmente dichos supermercados le pertenecen al grupo chileno Cencosud.
Actualmente la familia Wong es dueña del Grupo EW, las empresas pertenecientes a este grupo son Caja Prymera, Irradia (empresa de gas natural), Inversiones Prisco (pesca), Empresa azucarera Andahuasi y El Ingenio, Consorcio Alcoholero del Norte, Inversiones Fortunia, Río Pativilca (agrícola), Multidiversión (salas de tragamonedas) y Plaza norte la cual administra los centros comerciales del grupo (entre ellos Plaza Lima Norte, el más grande del Perú).
Grupo Breca
La historia comienza cuando Fortunato Brescia, un emigrante italiano de origen humilde llega al puerto del Callao trabajando como ayudante en una tienda minorista para luego poner su propia empresa la cual abastecía a las tiendas pertenecientes a italianos. En 1919 Fortunato se casa con Catalina Cafferata Peñaranda, quien era heredera de algunas minas en la provincia de Ancash. El éxito de este conglomerado peruano se basa en haber diversificado sus inversiones es así que entre las empresas pertenecientes al grupo Breca, encontramos:
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TASA, líder en el sector pesquero.
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MELÓN, cementera chilena la cual fue comprada por el grupo Breca en el 2009.
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RÍMAC SEGUROS, principal empresa aseguradora del país.
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HOTELES EL LIBERTADOR Y WESTIN.
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MINSUR.
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BANCO BBVA
AJE GROUP
Perteneciente a la familia Añaños, quienes comenzaron produciendo bebidas gaseosas bajo la marca Kola Real inicialmente en Ayacucho y expandiéndose por todo el Perú para luego iniciar su estrategia de expansión internacional en Venezuela, Ecuador y México.
Hoy se encuentra presente en más de 23 países de Latinoamérica, Asia y África. A nivel mundial, AJE es la décima mayor empresa de refrescos en volumen de ventas y el cuarto mayor productor de bebidas carbonatadas (Fuente: Euromonitor, 2011).