Adquirir un crédito, es la forma más común que tenemos para financiarnos y satisfacer una necesidad o deseo, bien sea para comprar una casa o apartamento, un automóvil, estudiar, hacer un viaje, o conseguir cualquier bien o servicio en el momento presente, sin tener que ahorrar o tener todo el dinero para hacerlo.
Por otra parte, toda deuda la debemos pagar, pues es una obligación que contraemos con un determinado acreedor, para el caso de las entidades financieras, dicha devolución del dinero se hace a través de unos pagos respectivos o cuotas, que a su vez, tienen incluido un costo, que es la tasa de retorno de la entidad que obtiene por prestar ese dinero, en otras palabras, el interés.
Sin embargo, algunas veces se pueden convertir en un dolor de cabeza, sobre todo cuando no se hace una adecuada planeación financiera, pues con el tiempo el pago de deudas puede comprometer seriamente nuestros ingresos, y de esa forma, afectar nuestra calidad de vida, sobre todo nuestra tranquilidad. En ese orden de ideas, les presento algunos consejos que nos pueden ayudar a la hora de adquirir una deuda:
Tener presente el estado de nuestras finanzas. Ser conscientes de nuestros ingresos y gastos, es fundamental a la hora de pedir dinero prestado, pues son las variables que nos muestran si contamos o no con dinero para cubrir nuestras obligaciones futuras y determinar una estrategia adecuada para el manejo del crédito.
Así mismo, la mayoría de expertos en finanzas recomiendan que no se debe disponer de más de un 30% de nuestros ingresos para el pago de las deudas, sin embargo, eso depende de la situación económica que tenga cada persona. Adicionalmente, es bueno que nuestra tranquilidad y libertad financiera no se vean tan afectadas a la hora de solicitar un crédito.
Revisar nuestra capacidad de pago con el tiempo. Todo depende del tipo de ingresos que tenemos, de acuerdo a nuestras actividades laborales, no es igual una persona que tenga un trabajo estable con un nombramiento a término indefinido, a una persona que trabaje por obra o labor, o a término fijo y que no tenga estabilidad laboral, al igual, si nuestros ingresos son crecientes con el tiempo o no, porque de acuerdo a eso, se puede definir el horizonte del crédito y la estrategia de pago, e igualmente, se pueden determinar las condiciones de crédito que más se acomoden a nuestra situación económica.
Buscar la tasa de interés más favorable. El interés es el costo más importante que tenemos a la hora de pedir prestado dinero, por lo tanto, cada punto porcentual que podamos ahorrar, es dinero que podemos disponer para otras cosas o en su defecto nos ayuda a minimizar nuestros gastos, es por eso, que antes de tomar decisiones al respecto, es bueno comparar, y hoy en día existen diversas aplicaciones o páginas web que nos ayudan hacerlo, en Colombia se encuentra Banlinea (https://banlinea.com), un portal que brinda diversas herramientas financieras, precisamente para hacer comparaciones que nos permiten beneficiarnos y administrar mejor nuestro dinero.
Igualmente, la virtualización ha obligado que diversas empresas bancarias o cooperativas de ahorro y crédito, tengan en sus sitios web diversos simuladores de crédito, que también nos pueden ayudar a tomar decisiones a la hora de adquirir dinero prestado, pues nos ofrecen diversas opciones e información valiosa con respecto a los pagos y las tasas de interés.
Determinar el beneficio del crédito. Como mencione al inicio del post, un préstamo nos sirve para satisfacer una necesidad o un deseo, es decir que a través de un financiamiento o apalancamiento financiero, podamos adquirir un bien o un servicio en el momento presente, sin embargo, muchas veces el dinero del préstamo se vuelve “plata de bolsillo”, o la usamos para tapar huecos, es decir, la gastamos en cosas que no nos generan algún tipo de retorno o beneficio con el tiempo, pero que si comprometen nuestros ingresos a futuro.
En ese orden de ideas, antes de tomar un crédito es bueno que le demos respuesta a las siguientes preguntas: ¿Qué beneficio vamos a obtener con ese dinero?, ¿En qué vamos a utilizar ese préstamo?, ¿Realmente nos conviene hacer un crédito?
Pues lo ideal, cuando adquirimos dinero prestado, es que nos genere un retorno o beneficio con el tiempo y que nos ayude a crecer en materia económica, tal es el caso, de las personas que acuden a un crédito para desarrollar un determinado negocio, y con los ingresos obtenidos, no solo pagan la deuda sino que también les queda un beneficio, o aquellas personas que adquieren un inmueble y la arriendan, de tal manera que con ese dinero van abonando al crédito.
Por último, endeudarse no es malo, lo malo es hacerlo sin una adecuada planeación, sin buscar un verdadero beneficio, y sobre todo, sin comprometer seriamente nuestra tranquilidad, que al fin de cuentas es lo más importante, junto con nuestra libertad económica.
¡Muchas gracias!